La comunidad científica reconoce que la exposición a entornos naturales, y por tanto la jardinería, aporta numerosos beneficios sobre la salud, contribuyendo al bienestar y la recuperación física y psicológica de las personas. Como herramienta terapéutica, la horticultura nos ayuda a acomodar nuestros ritmos y estilos de vida hacia unos hábitos más saludables y conectados con la naturaleza, lo que ayuda a equilibrar y mejorar nuestra calidad de vida.
Por eso, y teniendo en cuenta los daños generados a la infancia por la exposición a la violencia de género, hemos puesto en marcha “Plantant Llavors”, un programa de HORTICULTURA SOCIAL Y TERAPÉUTICA específicamente diseñado y dirigido a menores víctimas de la violencia de género, que tiene como objetivo principal la reparación, recuperación y promoción de la autonomía personal en la infancia (6-12 años).
El taller consta de un total de 17 sesiones distribuidas de forma semanal y con una duración de 2h cada una, implementado e impartido por un equipo de psicólogas y un asesor en agroecología. Donde, además de las actividades propias del cultivo, se trabajarán estrategias de identificación y gestión emocional, mejora de la autoestima, asunción de responsabilidades, estrategias de resolución de conflictos y educación en valores, entre otras.
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